El Alma de la Tierra proviene tanto del Sol como de sí misma.
Observamos el mundo a nuestro alrededor, creamos teorías que tratan de explicar lo que vemos y predecir cosas que no podríamos sin esas teorías y, finalmente, tratamos de observar lo que la teoría predice. De modo que un modelo depende mucho de lo que somos capaces de ver cuando lo creamos.
viernes, 3 de mayo de 2013
Hipótesis arriezgada
El Alma es al cuerpo lo que el Sol es a la Tierra.
No logramos dilucidar con claridad (tomar distancia) respecto a la función que el Alma cumple en relación al cuerpo; es más, la falta de una nítida visualización lleva a algunos a negarla.
Pero la ciencia positivista y objetiva pudo avanzar en la comprensión de las funciones que el Sol cumple respecto a la Tierra.
El Sol es poderoso; muy poderoso en relación con la Tierra.
Entonces podríamos decir que el Alma es poderosa, pero no es individual; no hay un alma para cada cuerpo, como no hay un Sol para cada planeta. Sin embargo es posible diferenciar la porción de Sol que nuestro planeta recibe y hace suyo.
En comparación, se podría decir que el Alma es Grande, abarcativa, y cada uno hace suya una porción de ella.
Extrañamente, esa es la noción de Dios para la etnia mapuche, y no sólo de ellos.
La Psicología habla de "alma colectiva" ("Psicología de las multitudes", de Gustavo Le Bon), pero, más allá de este fenómeno de masas, el individuo rara vez, tal vez casi nunca, obre según su propio criterio.
No logramos dilucidar con claridad (tomar distancia) respecto a la función que el Alma cumple en relación al cuerpo; es más, la falta de una nítida visualización lleva a algunos a negarla.
Pero la ciencia positivista y objetiva pudo avanzar en la comprensión de las funciones que el Sol cumple respecto a la Tierra.
El Sol es poderoso; muy poderoso en relación con la Tierra.
Entonces podríamos decir que el Alma es poderosa, pero no es individual; no hay un alma para cada cuerpo, como no hay un Sol para cada planeta. Sin embargo es posible diferenciar la porción de Sol que nuestro planeta recibe y hace suyo.
En comparación, se podría decir que el Alma es Grande, abarcativa, y cada uno hace suya una porción de ella.
Extrañamente, esa es la noción de Dios para la etnia mapuche, y no sólo de ellos.
La Psicología habla de "alma colectiva" ("Psicología de las multitudes", de Gustavo Le Bon), pero, más allá de este fenómeno de masas, el individuo rara vez, tal vez casi nunca, obre según su propio criterio.
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